viernes, 25 de abril de 2008

¿Y tú te calientas?


Los del Club estirando un poco en el Bosque de Tlalpan



No, no, no pienses mal... ¡eso ya lo sabemos! Lo que me refiero es que si calientas antes de hacer alguna actividad física.

¿A poco no has ido al Wal-Mart, según para comprar aquél yogúr que tanto se te antojó y, de repente, te viene una enfermiza ansiedad en la que crees que necesitas todo lo que ves en aquél gringo mercado? Ya te estoy viendo: comprando unos discos de RBD porque ya bajaron de precio, una playera pegada para mostrar tu escuálido torso, unas pesas de 10Kg que nunca usarás en tu vida, tres bolsas de frituras de diferente presentación porque es viernes social, ¡ah!, por lo tanto, tres cartones de chela solo para calentar (¡qué ironía!) porque más tarde vendrás a comprar la botella. Además, tienes que comprar tu champú que se acabó hace un mes y no quieres bañarte otra vez con jabón zote. Tu kilogramo de naranjas y manzanas no pueden faltar y por último, tus revistas y TV y No-velas para que te culturices. Saliendo del súper, te das cuenta que el pinche yogúr que tanto se te antojaba, se te olvidó.

En fin, ¡ni las mulas cargan tanto!, ahí vas caminando hasta tu casa que se encuentra a 800 m del súper. Cambias las bolsas que están en tu mano derecha a tu mano izquierda (sabiendo que el peso está equilibrado para ambas manos). Te haces el fuerte y hasta las vas levantando como si las bolsas fueran unas mancuernas. Llegas al metro 500 y tus músculos te mentarían la madre, pero no pueden porque están cargando las pinches bolsas; hasta tus dedos parecen de muerto porque están morados con apariencia de putrefacción. Llegas a la casa y mandas a la chingada las bolsas en un acto agresivo. Repentinamente, te das cuenta que tus brazos no se mueven y te duelen hasta el fondillo (ese término siempre lo decía mi madre y nunca supe qué parte del cuerpo es). Al otro día, estás todo adolorido, como si tuvieras dos sandías invisibles cargando. ¿Qué sucede?... pues mi chav@ no hubo calentamiento previo.

Calentar es importante antes de comenzar el ejercicio duro. Los músculos se encuentran tensos y, por lo tanto, primero necesitan distenderse, es decir, relajarlos. Para eso es necesario que trotes (jogging) durante unos 5-10 min. y ¡no quieras sentirte el hiper-súper-deportista y correr lo más rápido que se pueda, porque podrías lastimar los músculos de tus piernas!, solo corre despacio hasta que sientas que tu temperatura se está elevando (gracias a que permites circular la sangre a todo tu cuerpo). Después, en otros pocos minutos de tu vida (10 min), estira. Tus músculos de brazos y piernas ya están calientes y es fácil que estos se puedan extender. Además, no tan solo permites que se adapten tus músculos, huesos y articulaciones a la actividad, sino también permitirás la buena función cardiorespiratoria y una preparación psicológica que te permitirá adquirir una sensación de seguridad.

Ahora sí, mi arremedo de Ana Guevara, puedes hacer ejercicios que demanden mucha actividad física y en el que tus músculos podrán soportar y, por lo tanto, no sufrir una lesión. Ya nos veremos las caras en Wal-Mart calentando antes de hacer las compras.


Jeje, ellos sí calentaron y por eso no se ven adoloridos

1 comentario:

Unknown dijo...

I love your pictures, good blog!
I just hope you use Vista!